
Algunas claves valiosas son el título, los subtítulos y encabezamientos, asi como las claves tipográficas y los signos de puntuación. Otro de los aspectos que deben ser considerados para orientar nuetsro proceso de lectura y que a menudo es subestimado, es la organización del texto. Conocer, de entrada, la forma en que el autor organiza y presenta toda la información, nos proporciona una idea clara no solo del alcance de la lectura (cuales aspectos son tratados en el texto), sino que tambien aporta información que puede ayudar a direccionar nuevas preguntas (predicciones) y por tanto, puede orientar y reorientar el proceso de comprensión.
Idealmente, la información debería estar organizada en forma tal que permita que desde el inicio el lector conozca lo que tratará el texto (introduccion), luego debería proporcionar la información con detalles (desarrollo) , para finalmente resumir los contenidos tratados (conclusión). En otros casos ideales, el autor utiliza subtítulos y encabezamientos que permiten identificar visual y claramente las piezas de información y dentro de ellas, los aspectos que son tratados. Cuando el autor utiliza viñetas (o numeraciones) puede tambien indicar procesos, pasos o caracteristicas que reclaman nuestra atención, ya que generalmente, en ellos se destaca información que puede ser aprovechada.
Sin embargo, ¿que hacer cuando el texto no proporciona ninguna de estas claves contextuales? ¿como se puede, en un texto así, determinar la organización de la información (contenido) que permita la identificación de los aspectos fundamentales del mismo? En casos como éste, leer la primera oración de cada párrafo (y opcionalmente la última) podrá darnos una idea bien clara de los planteamientos realizados. Esta información debe ser complementada utilizando como guía la idea central a la que al principio de nuestra lectura hayamos arribado.
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